Una vez alguien me preguntó si yo dormía. Este mes te juro que no, lo prueban la cara de cadáver ambulante que tengo! Si es que por mis venas ya no corre sangre, corre sólo Red Bull!!
Pero no te preocupes, no te voy a contar con pelos y señales TOOOODO lo que hice en Mayo (ya te veía sudando la gota gorda!!). Hoy te voy a hablar de mi primer taller.
No sé ni como sucedió, la verdad, fue una de esas casualidades de la vida. (esto parece el inicio de una novela rosa de Danielle Steel) Gloria, la dueña de "Scrigno di carta" me contactó a través del blog y me dijo si pasaba por su tienda para hablar de la posibilidad de dar un taller.
Yo flipé por colores, porqué entre tu y yo, no me siento capacitada para enseñar. ¡Todavía tengo tanto que aprender! Y ya que estamos en tema de sinceridad, te diré que también tenía mis dudas que mis cosas fuesen a gustar aquí en Parma porqué el estilo que se lleva aquí es muchooooooo más clásico y vintage, y shabby! ¡Ya ves dónde me toca vivir! ¿Porqué te crees que estoy todo el día comprando en España? Bueno... todo el día... esos ya fueron tiempos mejores... ¡Ains, que mono que tengo!
El caso es que el día anterior al taller no pude dormir con los nervios... como voy tan tirada de tiempo por todas las movidas en las que me veo metida me reduje al último momento a preparar los detallitos para las chicas del taller. Esto es algo que se usa mucho aquí.
Se ve que me gusta jugar con el peligro, los terminé 10 minutos antes del curso... cogí mi bici y allí me fui, ensayando en mi cabeza las frases que diría al empezar... ¡Oye, qué para mi fue traumático! Ya se sabe que un buen inicio lo es todo. Al final simplemente me presenté delante de ellas con toda la humildad del mundo, y funcionó.
Roto el hielo empezamos con el taller. Pero como en toda buena película de Antena3 del medio día se sabe que una no puede bajar la guardia. En cuanto menos te lo esperas... Iba todo bien, las chicas estaban trabajando muy aplicadas y entretenidas cuando las interrumpo para explicarles la siguiente técnica para la cual necesitaba la pasta relieve y....
Houston, tenemos un problema...
Yo le había pedido a Gloria el material que íbamos a necesitar para el curso, pero claro, hay cosas que en España se usan siempre que aquí ni idea... y a mi no se me ocurrió controlar... El resultado, en lugar de pasta relieve tenía una cosa chunga líquida... y gesso en polvo!
¿te imaginas el momento? Empecé a sudar frío y no sabía donde meterme... no me lo podía creer que mi primer taller se fuese a jorobar así...pero a grandes males, grandes remedios. Uno no se puede abatir ante las dificultadas, hay que reaccionar, así que las dejé preparando la portada, cogí mi bici y me fui pedaleando como una loca por las calles del centro.
Obviamente Murphy siempre está acechando a la vuelta de la esquina y justo había un mercadillo de artesanía, 200 turistas japoneses invadiendo las calles y justo antes de llegar a mi casa 500 Harley Davison desfilando.... Creo las venas se me hincharon tanto que se podían ver desde google maps! Llego a casa, aparco la bici, subo 5 pisos de tres en tres, voy a mi scraproom, cojo la pasta relieve y el gesso, beso a Tato, beso a Cosimino y de vuelta para el taller, supera los japos, sortea a los del mercadillo y entra en la tienda con una sonrisa como si todo estuviese bajo control. Creo que si tengo muchos talleres así no llegaré a los 40!
Superado el "pequeño inconveniente" el resto todo fue sobre ruedas. Las chicas se lo pasaron bomba explotando su creatividad al máximo, que es lo que yo quería. Les "prohibí" ver el álbum que había hecho yo, les dije que su álbum tenía que ser único e irrepetible y a pesar de que al principio se estresaron un poco quedaron muy satisfechas del ejercicio y de mancharse las manos.
Y no te lo pierdas, eran 6 chicas pero un taller del todo internacional! Tuve hasta una chica española y una polaca! No está mal, ¿no? Pues para que no parezca que todo esto ha sido un sueño como lo de Resines te pongo las fotitos! Que no se diga.
Obviamente no podía faltar la foto con el palo! Yo por mi palo MA-TO. Aquí las ves muy normalitas pero no veas que cara me pusieron cuando saqué el palo del bolso! Ni que fuese Margarita 6 dedos que sacaba la plancha!
Pues esto es lo que dio de si mi primer taller. La mayor satisfacción fue cuando las chicas me preguntaron cuando hacíamos el siguiente taller. Y mi mente empieza a girar a 1000 revoluciones pensando al próximo proyecto....
Y te dejo así, diciéndote que este, seguramente no será mi último taller... y
un bico!
Mati