Scrapera al borde de un ataque de nervios

Si señora, esa soy yo. Una scrapera al borde de un ataque de nervios. 

Ahora que ya nos vamos conociendo y vamos cogiendo un poquito de confianza te tengo que confesar una cosa... estoy como una chota. Si, si es verdad, no te rías!

Yo tengo un defecto o una virtud, según se vea, muy grande y es que cuando me apasiono por algo me doy entera... Me echo a la piscina sin flotador ni nada! Así me pasó con el scrapbooking... me atrapó, pero no sólo el scrapbooking, sino todo lo que lo rodea en el 2.0... y como resultado casi me hundo.

¿Cual es el problema? Pues, como en todo, no es sólo un motivo: confluyeron varios; ninguno más importante del otro: la verdad, fueron gotas que llenaron el vaso. 

El caso es que me olvidé de vivir, algo muy chungo para una scrapera. ¿Como voy a escrapear sino tengo vivencias ni recuerdos?

Estaba obsesionada con crear mil cosas para todos, una más bonita que la otra. La tarjeta de cumpleaños de fulanito, el álbum de despedida de menganito...

(pequeña paréntesis para romper un poco el dramatismo, ¿sabes cómo se dice “fulanito y menganito” en italiano? Tizio, Caio e Sempronio, me hace un montón de gracia!, ¿a ti no?) Después de esta pequeña pausa wikipediana volvemos a lo nuestro... 

Mi “TO-DO list” scrapera era inmensa, casi más grande que la del curro. Volvía a las 8 del trabajo y me iba al trastero a scrapear. Mi vida era casa scrapeo-scrapeo casa, y los fines de de semana igual...sólo que no tenía que ir a trabajar y podía estar con mis bártulos todo el tiempo.

El punto de rotura vino cuando estaba preparando el álbum para La Palao. Ese fin de semana hizo un tiempo buenísimo en Parma. Tato, mi marido, tenía un torneo de voleibol y me preguntó si quería ir, así podía estar con la gente y sacar dos fotos. Le dije que no. Tenía que scrapear. El domingo lo mismo. 

Como te dije en la entrada del álbum, ese fin de semana dormí sólo diez horas... Cuando volvió Tato estaba guapísimo, supermoreno y yo.... tenía cara de demacrada, llena de ojeras y pálida... como las de Crepúsculo pero en feo... esa fue mi señal de alarma. Como se dice en italiano tenía que “darmi una calmata” 

(ya ves, a veces se me da por enseñarte gallego y otras veces por enseñarte italiano)

¿Cúal era la otra gota? Mi baby, este blog. 

Quería hacer más y mejor. Me entró miedo de no estar a la altura... en los grupos de scrapbooking veía gente que publicaba dos, tres o cuatro veces por semana y yo casi no llegaba a publicar una... Me repetía, pero ¿de dónde sacan el tiempo? Entonces dormía menos para hacer más... pero claro, hay que contar que en el trabajo también eran meses muy duros... un desastre!

Después veía que había blogs que llevaban muy poquito tiempo como el mío pero que habían despegado a la grande y llegaban a montón de gente y yo no. ¿Porqué? Me preguntaba... yo estoy atenta a los detalles, doy toda mi misma en cada entrada.... Una gran tía que conocí hace poco me dijo “ Soy misterios de la vida, hay que aceptarlos así y no tratar de entenderlos....” ( lo sé, como consejo es bastante críptico!)

Así que aquí estoy, acabo de comenzar mis vacaciones con mi marido y mi gato. Nos hemos venido a la playita y me voy a dedicar a VIVIR, construir RECUERDOS, hacer FOTOS para poder, ante todo, con mucha calma, como decía siniestro, scrapear.

Y lo que tenga que ser será pero que te quedé claro que todo lo que haga será...

gracias por estar ahí y perdona la chapa...

Me voy a dar un voltio con mi maridín....

Bicos